miércoles, 25 de noviembre de 2009

ÁGORA


Ágora no es una crítica a los cristianos per sé. Lo que hace Ágora es criticar a los fundamentalismos religiosos retratando los acontecimientos históricos que rodearon la muerte de la filosofa Hipatia, mujer a la que literalmente lincharon por pensar.

Aunque no es una crítica específica del cristianismo, es comprensible que a éstos les incomode ver como su “pacífica y solidaria” religión se construyó a sí misma y llegó a ser lo que es hoy. Tuvo que pasar por encima de muchas ideas, gentes y pueblos. Sus víctimas: la filosofía, la ciencia y la libertad.

Por eso los creyentes al ver la película identifican a los fanáticos con las propias raíces de sus creencias, porque sin esos fanáticos que en el pasado tiranizaron y aniquilaron a sus rivales, en muchos casos igual de fanáticos que ellos como se refleja en la película, ahora mismo no tendrían esas creencias.

Donde la religión triunfa el fanatismo se desboca, donde fracasa o se diluye la libertad florece.